El escenario político que atraviesa nuestro país es de pedagogía
para la población, no solo porque la gente está atenta a cada episodio y
“disfruta” al ver quién cae primero, o a quién se le arrincona, también
porque pone sobre la mesa dos corrientes de pensamiento que vienen
confrontándose desde ya hace un buen tiempo. Por supuesto que, de esta disputa,
los extremistas están expectorados por su criminal actuación en las décadas de
sangre al que, dicho sea de paso, en su momento los fujimoristas se han prestado.
Esta disputa se produce entre los supuestos liberales y
aquellos quienes apuesta por un Estado social, democrático. Catalogo de
“supuestos” liberales porque éstos, en mi opinión, se han quedado anclados en
viejos paradigmas[1] que ya los Estados liberales modernos superaron. Estos “liberales” sostienen que
el Estado no debe intervenir en la esfera de los particulares, porque éstos son
autónomos para ejercer su libertad. Lo que sí el Estado debe garantizar es el
estricto respeto de la propiedad privada y el imperio de las leyes.
Claro, hasta aquí todo parece de maravillas, porque quién
podría estar en contra de “la autonomía”, de la “libertad”, por dios, o que
alguien te quite tu propiedad que te ha costado años de esfuerzo y horas sin
dormir, por favor. Y claro, la mejor manera de garantizar ello es que haya
leyes claras y efectivas que permitan asegurar su cumplimiento. El problema
radica en que esto que parece maravilloso y esperanzador sólo “quedaba”[2]
en la formalidad, repito, sólo queda en la formalidad, o sea, papelito todo
aguanta. La realidad es totalmente distinta, qué imperio de la ley ni que ocho
cuartos, ¡al carajo!, aquí prima el imperio “de
los mejores… de los mejores amigos”[3]
como quedó registrado en los audios de los “cuellos blancos” o los “lava juez”
que secundaban a la señora “k” y que posiblemente habrían absuelto también a
“AG”. Recapitulemos, ¿por qué en nuestro país estos llamados “liberales” se
aferran “al imperio de la ley” y a la “propiedad” ?, creo que no hace falta mayor esfuerzo para entenderlo; Fuerza Popular y el APRA, tienen mayoría
en el congreso y las leyes se dictan desde el Congreso, el Legislativo es la
fabrica de leyes por antonomasia, por tanto para estos grupos de poder
(económico), su prioridad es, por lo menos, capturar el Legislativo, así pueden
dictar las leyes que mejor les convengan a fin de garantizar el estricto
respeto a la “propiedad privada”, ¿quéee? ¿qué estoy diciendo?, digo,
garantizar el estricto respeto a sus “propiedades”, el del resto no importa.
Propiedad de privados sobre los cientos de kilómetros de tierras agrícolas,
explotación de minerales en los andes, petróleo en la amazonia, ni qué decir el
control de venta de medicamentos, medios de comunicación, etc., todo ello es la
propiedad privada en grueso, hay del que la cuestione, se le aplica el “imperio
de la ley”, y claro, ésta practica no es nueva, desde la mismísima llegada de
los invasores a territorio andino se han venido enquistando, y una muestra de que
ello fue así en la República es la frase de Óscar R. Benavides: “para mis amigos todo, para mis enemigos la
ley”[4].
Pero cuando se dice “imperio de la Ley” se hace referencia a
aquella regla o reglas que tienen una estructura lógica que están recogidas en
los códigos o normas específicas; para ellos la Constitución Política o
puntualmente los Derechos fundamentales en ella recogidas les importa un
chocho, a lo mucho son valores o principios de referencia, aunque la libertad y
la propiedad como tal tampoco sean reglas con una estructura lógica de premisas
y conclusiones.
Sí pues, ésta es la expresión del liberalismo primitivo, de
aquel pensamiento que cree que la libertad no tiene límites, excepto la fuerza
bruta de otro hombre “libre”, sino, pues fíjense quién es Hector Becerrirl[5],
congresista fujimorista que habría amasado recursos económicos a punta de
patadas y puñetes, talvez a balazos, al igual que su compinche Edwin Oviedo[6],
o el congresista Mamani, presuntos delincuentes, ni hablar de Juaquin Ramirez[7],
u otro de los pendejos, Antonio Camayo, quienes se la ivan creyendo que sería
intocables comprando jueces y fiscales. Aunque, sinceramente, creo que estos
sólo son la imitación o aprendices de quienes durante cientos de años han
venido amasando recursos a costa del hambre, la miseria, la desprotección, la
falta de educación y salud de calidad para todos los miembros de una sociedad
organizada. Así, tristemente se hace real los pronósticos de José María
Arguedas, quién en su cuento “el sueño del pongo” o en su novela “El zorro de
arriba y el zorro de abajo” se adelanta en pronosticar que llegaría el momento
en que los de abajo tomarían venganza contra los de arriba si estos no cambian
su forma de relacionarse. De ahí que es importante que el Estado sea realmente
la encarnación de acuerdos de diferentes y que todos hayan participado con su
decisión en su constitución.
Aquí quería llegar, cuando me refería a la otra corriente de
pensamiento en disputa en el escenario político actual, estos son quienes
piensan, que el Estado es una sociedad organizada, o sea, creación humana, el
paso de una sociedad primitiva donde predominaba la fuerza bruta a una sociedad
organizada donde el respeto a la libertad es un imperativo y ésta existe sólo
si se aplica por igual para todos, o sea, no hay libertad sin igualdad. Claro,
para que ello tenga legitimidad y que todos la cumplan debe ser resultado de un
proceso largo, meditado, discutida y consensuada, quienes decidan hayan
participado en su idioma y queden también registradas sus formas de comprender
el mundo y lo que quiere para sus descendientes, o sea una sociedad de
diferentes constituida, esa sería una legítima Constitución Política, hecho
que, en mi opinión, todavía no se ha dado como sí se dio en el hermano país de
Bolivia.
Pero bueno, mientras, hagamos con lo que tenemos hasta que
tomemos conciencia la mayoría y exijamos. Y lo que tenemos ahora es la Constitución
del 93. Allí se recoge que “la República del Perú es democrática, social,…”
(art. 43), también se puede comprender de su artículo 3 que, el Estado peruano
es Democrático y Republicano. Desde luego, a diferencia del Estado liberal
primitivo del imperio de la fuerza bruta, el Estado social se debe a los
individuos voluntariamente organizados donde la libertad sólo es libertad si es
igual para todos. Aquí la libertad es comprendida como razón y no como fuerza,
no cualquier razón, sino la que mejor beneficie y convenza[8]
a todos. Eso es lo que hace diferente a un Estado social de un Estado
primitivo. Si esto no fuera así, no tendría sentido que los individuos decidan
vivir en sociedad, cediendo y a su vez beneficiándose.
A modo de resumen, los fujimoristas y apristas, y quienes
están detrás de ellos, han demostrado que para ellos el Estado peruano es un
Estado liberal primitivo, un estado de gobierno de la fuerza bruta, donde todo
vale con tal de velar su (sus) propiedades y con ese fin exigen el imperio, no
de la ley desafortunadamente, sino del de “los
mejores… los mejores amigos” o el “todo
para mis amigos, y para mis enemigos la ley”.
De otro lado tenemos, a quienes sostienen que el Estado
social es un peldaño más en ese largo proceso de evolución del ser humano, y
que la libertad primitiva es sustituida por una libertad de razones,
discusiones, convencimientos y acuerdos, por tanto, la Constitución política
está por encima de cualquier ley, o dicho de otra manera, la ley no puede
contradecir a la Constitución.
CCOA MAMANI, Vidal. 22/09/18
[1] El día 21 de
setiembre, el antropólogo Jaime de Althaus, en el diario Elcomercio.pe ha
reprendido a la derecha peruana al no haber aprovechado su mayoría en el
legislativo, además dejando entrever que lo más importante en un Estado es la “protección de la propiedad y el imperio de
las leyes”. En: Jaime de Althaus (2018), Después de la batalla, la columna de Jaime de Althaus, El Comercio,
Perú. (última visita 22/09/18 https://elcomercio.pe/politica/despues-batalla-columna-jaime-althaus-noticia-559945)
[2] Digo “quedaba”
porque los últimos eventos de escándalo, los audios de IDL-REPORTEROS, fueron
documentos que se registraron dentro de lo legalmente permitido. No fueron
chuponeos ni piratería, fueron ordenes de jueces y fiscales apegados a la
Constitución y las leyes. Lo que evidencia que hay ciudadanos peruanos que
actúan garantizando una real libertad de los individuos y sancionando cualquier
fraude a la libertad en un Estado social.
[3] Autor de la frase
Walter Ríos, ex presidente de la Corte Superior de Justicia del Callao, en:
IDL-REPORTEROS (2018), Corte y corrupción, Lima (última visita 22/09/18 https://idl-reporteros.pe/corte-y-corrupcion/)
[4] Aunque parece que
esta frase tampoco sea de su autoría sino copia.
[5] Héctor Becerril
fue jefe de seguridad de Pomalca y dirigió violentos desalojos, en: https://www.americatv.com.pe/noticias/actualidad/hector-becerril-fue-jefe-seguridad-pomalca-y-dirigio-violentos-desalojos-n289676
[6] Edwin Oviedo
sindicado por Fiscalía como líder de organización criminal (1/2), en: https://www.youtube.com/watch?v=M-52H9ejYFg
[7] Juaquin Ramirez:
presunto delito de lavado de activos. https://www.youtube.com/watch?v=8ZJnZZXDGMc
[8] Por supuesto que
este convencimiento no solo es formal, como cuando por unos centavos te hacen
firmar y poner tu huella digital en un papel blanco o que ni siquiera hayas
entendido el contenido de un contrato o acuerdo y que cuando menos te lo
esperabas te enteras que habías firmado la transferencia de tu propiedad a
otro, o que habías “aceptado” estar conforme con un sencillo que la minera te
dio a cambio del cáncer que la contaminación minera te ha generado, la libertad
debe estar garantizada equilibrando las igualdades.